Las calificadoras de riesgo y su papel en la crisis finaciera de 2008

Lic.Jacques Couwels
Gold Service Legal and Business Advisors
El Salvador, Central America.


LAS CALIFICADORAS DE RIESGO Y SU PAPEL EN LA CRISIS FINACIERA DE 2008

«Estados Unidos puede pagar toda la deuda que tiene, porque siempre podemos imprimir dinero para hacerlo, por lo que hay cero probabilidad de impago.» (Greenspan, 2011)

Luego de varios años de un constante crecimiento económico, a finales de 2008 Estados Unidos sufrió un crack financiero, con consecuencias para todo el mundo, los Estados entraron en pánico y los gobiernos se vieron en la necesidad de utilizar sus recursos para intentar arreglar la situación, sin embargo luego de haber gastado miles de millones, y haber invertido en todos los sectores, las consecuencias de la crisis financiera de 2008 o crisis de las hipotecas Sub Prime como también es conocida, aun son evidentes.

En innumerables ocasiones, en las noticias, conferencias, foros, se ha hablado sobre las causas y orígenes de la gran recesión, desde la avaricia, la falta de regulación hasta el simple devenir de ciclos recurrentes en la economía como expresa (Mercado, 2012), lo que es cierto es que numerosos agentes contribuyeron en la gestación de la crisis, entre estos se encuentran las Agencias Calificadoras de Riesgo, a las que muchas personas culpan por sus pérdidas durante el colapso, por haber sido las responsables de otorgar y mantener en muchos casos hasta el final, las más altas calificaciones a los instrumentos e instituciones financieros que cayeron durante la crisis y que subsecuentemente detonaron la caída de los mercados financieros alrededor del mundo; pero que papel jugaron en realidad las Agencias de Calificación Crediticia durante la crisis, son realmente parte de los grandes responsables activos, o se debe más bien al poder que los gobiernos y mercados han otorgado a estas, a continuación veremos algunos hechos para comprender mejor su rol y tratar de determinar su responsabilidad durante la crisis mundial del 2008; y para esto en necesario remontarse al año 2001.

Luego de los ataques del 11 de septiembre, el Presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan bajó las tasas de interés a solo el 1% para reactivar la economía, un 1% era una rentabilidad muy baja y por ende poco atractiva para los inversionistas, no obstante por otro lado, significaba que los bancos podían obtener a un costo muy bajo prestamos por parte de la Reserva Federal. Esto incentivo a los bancos a otorgar créditos hipotecarios apalancados por los préstamos que obtenían de las Reserva Federal, estas hipotecas eran adquiridas luego por bancos

de inversión, que creaban complejos instrumentos financieros entre estos los denominados ABS1, MBS2 y CDO3, los cuales consistían en clasificar las hipotecas como seguras, normales y de riesgo; y a los que las Agencias Calificadoras de Riesgo, otorgaban calificación según fuese el caso, y es aquí donde las Agencias de Rating comienzan a participar en la crisis que detonaría años después.

Al contar con la calificación de riesgo por parte de las agencias, los bancos de inversión y demás intermediarios podían vender estos instrumentos financieros (paquetes de hipotecas) a distintos inversionistas según su aversión al riesgo, debido a la demanda por parte de los inversores de los distintos instrumentos financieros estructurados, y con base en la hipótesis de que los precios de las casas siempre subirían, los bancos que otorgaban los préstamos hipotecarios a las familias, decidieron añadir más riesgo, otorgando préstamos hipotecarios sin requerir pago de primas o prueba de ingresos, estas son las hipotecas conocidas como Sub Prime. Como era de esperarse algunas de estas personas a quienes se les otorgaron las hipotecas dejaron de pagar y los bancos tuvieron que ejecutar las hipotecas; dejaban de percibir los ingresos que eran los que alimentaban entre otros instrumentos a los ABS, MBS y CDO, y debían poner las casas en venta, y conforme pasó el tiempo más y más personas dejaron de pagar sus préstamos, lo que obligo a los bancos a ejecutar las hipotecas y poner en venta más casas, hasta un punto en que la oferta de casas superaba la demanda y los precios de las viviendas dejaron de subir y por el contrario empezaron a bajar, lo cual también generó que aquellos propietarios de viviendas que aún podían pagar sus hipotecas decidieran dejar de pagar y optaran por abandonar sus casas, haciendo que la morosidad se extendiera por el país y los precios se hundieran, dejando a los bancos de inversión llenos de casas vacías y a todos aquellos inversionistas que habían adquirido instrumentos financieros respaldados por los pagos que generaban los préstamos hipotecarios, sin un flujo de ingresos, de ahí en adelante y debido a la pérdida de confianza de las personas se produjo la banca rota de numerosas e importantes instituciones financieras.

¿Cuál fue entonces el papel de las Agencias Calificadoras de riesgo en la crisis?, Como ya se ha dicho el rol de estas instituciones está estrechamente relacionado con los complejos instrumentos financieros que tenían como activos subyacentes los créditos hipotecarios, estos instrumentos a los cuales las agencias otorgaron calificaciones, se describen como de acuerdo a (Sato, 2012) como un complejo conjunto de varios tipos de préstamos para la vivienda. Además de préstamos preferenciales de bajo riesgo también incluían los prestamos Sub Prime. Y como se ha descrito anteriormente, los prestamos Sub Prime son prestamos de muy alto riesgo, sin un estudio preciso de la documentación, ingresos o valores del prestatario, sin embargo englobados junto a otros créditos de bajo riesgo se reduciría el riesgo conjunto de todo el paquete.

(Sato, 2012) sostiene que el nivel de solvencia se asignaba de acuerdo con el riesgo conjunto del producto final, a muchos de esos productos avalados con hipotecas se les asigno una calificación (AAA), en otras palabras fueron vendidos a inversores como si fueran igual de seguros incluso que los Bonos del Tesoro, de esta forma los especuladores que buscaban inversiones de bajo riesgo y con altos intereses, se abalanzaron sobre estos instrumentos financieros.

(Larin & Nuñez, 2009, p. 1) afirman que «las clasificadoras de riesgo o agencias de rating han sido un elemento fundamental en el desarrollo de la actual crisis financiera», consideran que diversos factores y debilidades en la operativa de las agencias, llevaron a una pérdida de confianza de los inversores en sus calificaciones y con ello se contribuyó a la repentina escasez de liquidez en los mercados financieros mundiales, y que a consecuencia de esto las autoridades mundiales han visto la necesidad de incrementar el control o la supervisión de las agencias cuya actividad ha mostrado tener un impacto sistémico de gran relevancia.

En un mercado financiero globalizado, con productos cada vez más complejos y con una creciente desintermediación, los inversionistas toman en muchas ocasiones sus decisiones de inversión con base a la información que obtiene de «expertos independientes» papel el cual es asumido por las Calificadoras de Riesgo avaladas por las entidades supervisoras y reguladoras, sostiene (Larin & Nuñez, 2009) independencia la cual ha sido criticada frecuentemente como se presentara más adelante.

(Dezer & Hobermann, 2012) presentan el caso de la familia Hildebran, quienes perdieron treinta mil euros en títulos de valores del banco Lehman Brothers, al fiarse plenamente de la calificación que se le había otorgado al banco por parte de la reconocida agencia de rating Standard & Poors, la agencia más grande del mundo. El caso de la familia Hildebran es un ejemplo de lo que Larin llama una creciente desintermediación, con lo cual los inversionistas toman decisiones basándose exclusivamente en las calificaciones otorgadas por las Agencias de Rating. Larin también afirma que la credibilidad de las Agencias de Calificación se ha visto dañada, algo que no es de extrañarse al no haber alertado del creciente nivel de riesgo de los productos financieros por ellas calificados, antes de producirse la quiebra de alguno de los intermediarios financieros, como es el caso del banco de inversión Lehman Brothers que llevo a la perdida los ahorros de la familia Hildebran, quienes no comprenden como esta institución ostento las más alta calificación hasta el día en el que anuncio su quiebra.

Se estima que entre las tres agencias de calificación más importantes (Moody´s InvestorsService, Standard & Poor´s y Fitch Rating) se facilitó la titulización de alrededor de 600.000 millones de dólares de riesgo Sub Prime, otorgando calificaciones que infravaloraban sustancialmente el riesgo de crédito. (Larin & Nuñez, 2009, p. 3)

Tres son los fallos en los que (Larin & Nuñez, 2009) resumen las principales responsabilidades de la agencias de rating; el primero consiste en afirmar que las mismas Calificadoras tuvieron dificultades al valorar los riesgos de los activos financieros estructurados de las hipotecas Sub Prime como los ABS, MBS y los CDO, utilizando para su valoración los mismo modelos que aplicaban a productos más tradicionales, error que ha sido admitido abiertamente por las mismas calificadoras, no obstante (Dezer & Hobermann, 2012) son menos benevolente al presentar como las calificadoras y sus analistas estaban anticipadamente conscientes de las deficiencias de sus modelos de valoración de riesgo, y que por intereses particulares decidieron volver la mirada y continuar actuando con negligencia, de similar forma (Maubré, 2008) considera que anticiparse a las crisis es parte del trabajo de los asesores y analistas. Algo que no sucedió en el caso de la crisis de los créditos sub prime de los Estados Unidos, las calificadoras de riesgo deberán encontrar y perfeccionar herramientas que permitan a todos actuar a tiempo, esto es, con antelación, y no sólo reaccionar ante el hecho consumado.

El segundo fallo que (Larin & Nuñez, 2009) señalan de las Calificadoras de Crédito, es el riesgo moral así como los conflictos de interés, algo con lo que (Dezer & Hobermann, 2012) y (Maubré, 2008) concuerdan, dado que el modelo de negocio estaba diseñado de tal forma que las Agencias de rating solo cobraban por una calificación si el emisor del instrumento la utilizaba.

Así, existían incentivos a dar la máxima calificación posible para que el cliente la quisiese utilizar y poder así cobrar por los servicios prestados.

Por último y como tercer fallo (Larin & Nuñez, 2009) vuelven a señalar la desintermediación y la complejidad de los nuevos productos que llevó a muchos inversores a tomar sus decisiones de inversión basándose casi exclusivamente en los rating otorgados a los productos.

(Larin & Nuñez, 2009) consideran que hay que tener en cuenta que en su análisis las Agencias de Rating se limitan a cuantificar el riesgo de crédito, y no así a pronunciarse sobre otros riesgos, el cual es el mismo argumento básico de defensa por parte de las Agencias de Rating ante las críticas, ya que estas afirman que ellas sólo se comprometen a clasificar el riesgo de impago de los activos y no su riesgo de mercado o de liquidez. Dicho de otra forma los ratings no miden el riesgo de liquidez o facilidad de venta del bono en el mercado secundario, sino que son una opinión acerca del riesgo de crédito y solo miden las probabilidades de impago y la perdida esperada si los títulos se mantienen hasta el vencimiento. Al estimar la probabilidad de impago, las agencias no llegan a pronunciar recomendaciones de compra de un activo financiero concreto, y mucho menos estimar una predicción del precio de mercado para dicho activo, concluye Larin.

A pesar de los argumentos de defensa que han presentado las Agencias de Rating, su responsabilidad en la gestación de la crisis de 2008 es clara, en enero de 2017 el portal de noticias ABC informó que la agencia de calificación Moody’s acordó pagar una multa de 864 millones de dólares por su rol en la crisis de las hipotecas basura. En 2015, EEUU multó a la calificadora Standard & Poor’s con 1.325 millones de dólares por inflar hipotecas basura, en 2014 sucedió los mismo con otras instituciones como Godman Sachs, con la que se alcanzó un acuerdo por 5.100 millones de dólares y el Bank of America, por 16.500 millones de dólares una multa record en la historia de EEUU.

Aunque se tiene claro que las Agencias de Rating no fueron las responsables de originar la crisis de 2008, su papel en esta ha enfatizado el poder que estas empresas ostentan en los mercados financieros mundiales, y ha hecho un llamado de atención a los reguladores y gobiernos a prestar más atención al accionar de estas instituciones en la búsqueda de mejores prácticas que eviten repetir las historia vivida.

1 (Asset Backed Securities) a corto plazo; Pagarés de empresa respaldados por activos. ABCP en sus siglas en inglés (Asset

Backed Comercial Paper). (Martín-Aragón)

2 Títulos respaldados por hipotecas o mortgage-backed securities (MBS) son instrumentos financieros transados en los mercados de capital, cuyo valor y flujo de pagos están garantizados por una canasta o portafolio de préstamos hipotecarios, generalmente de propiedad residencial. (Portafolio, 2009)

3 Collateralised Debt Obligation, o CDO según sus siglas en inglés, es un producto de titulización que emite obligaciones respaldadas por una cartera de bonos, préstamos u otro instrumento similar de renta fija. (Martín-Aragón)

Bibliografía

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Dezer, C., & Hobermann, B. (Dirección). (2012). Calificadoras de Riesgo, El Poder en las Sombras, El dudoso sistema de las agencias de calificación [Documental].

Greenspan, A. (7 de Agosto de 2011). Pte. Reserva Federa de EEUU 1987-2006. (NBC, Entrevistador) Larin, G., & Nuñez, S. (30 de 10 de 2009). Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores. Recuperado el 04 de 04 de 2017, de http://www.iimv.org/iimv-wp-1-0/resources/uploads/2015/01/Panel_1-IIMV.pdf

Martín-Aragón, C. G. (s.f.). Expansion. Recuperado el 05 de 04 de 2017, de http://www.expansion.com/diccionario-economico/collateralised-debt-obligation.html

Maubré, J. (2008). La crisis de los créditos subprime Coqueteando con el riesgo. Ejecutivos de Finanzas,28-40.

Mercado, J. (Dirección). (2012). Gran Recesión Mundial – Sus motivos reales [Documental].


Portafolio. (21 de 10 de 2009). Recuperado el 05 de 04 de 2017, de http://www.portafolio.co/economia/finanzas/buzon-inversionista-son-titulos-respaldados- hipotecas-mbs-293552

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