Testigos caso tregua: expresidente avaló el pacto entre pandillas

TESTIGOS CASO TREGUA:

EXPRESIDENTE AVALÓ EL PACTO ENTRE PANDILLAS

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Testigos. los testigos del caso juraron ante el juez especializado antes de rendir su declaración.
Tres testigos del juicio que el Juzgado Especializado de Sentencia A sigue contra 18 personas, la mayoría exfuncionarios de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), acusadas de otorgar beneficios a pandilleros y de introducir objetos ilícitos a la prisiones, señalaron ayer al expresidente de la República, Mauricio Funes, como el responsable de avalar la tregua entre pandillas. La Fiscalía General de la República (FGR) asegura que ese proceso sirvió para el cometimiento de delitos.

El obispo castrense Fabio Colindres y el exdirector de la PNC, Francisco Salinas, declararon ayer durante el juicio del caso tregua. Ambos aseguraron que el pacto fue política impulsada por el Gobierno.

Tres testigos del juicio que el Juzgado Especializado de Sentencia A sigue contra 18 personas, la mayoría exfuncionarios de la Dirección General de Centros Penales (DGCP), acusadas de otorgar beneficios a pandilleros y de introducir objetos ilícitos a la prisiones, señalaron ayer al expresidente de la República, Mauricio Funes, como el responsable de avalar la tregua entre pandillas. La Fiscalía General de la República (FGR) asegura que ese proceso sirvió para el cometimiento de delitos.

El primero en vincular al exmandatario fue el obispo castrense y policial, Fabio Colindres. Lo hizo enfundado en un traje negro de sacerdote y frente al juez especializado, tres fiscales y 16 defensores. Y estas son las preguntas que respondió a los fiscales.

—A propósito del proceso de la tregua, ¿Usted tuvo oportunidad de reunirse con el presidente de la República?

—Sí, tuve oportunidad de reunirme con él y de explicarle.

— ¿Quién era el presidente en ese entonces?

—El señor presidente Mauricio Funes.

—¿Cómo funciona eso, lo convoca o usted asiste a reuniones?

—Las dos cosas, muchas veces me encontré con el señor ministro y algunas otras veces él me pidió que llegara.

—¿En el caso del presidente de la República, lo invitó él?

—Sí, fui invitado por él.

—¿Cuántas veces?

—Unas cuatro veces.

—¿Cuál era el motivo?

—Fundamentalmente por el proceso.

— ¿Cuál era el interés de él?

—Conocer, estaba enterado del proceso y estaba interesado en saber cómo avanzaba.

—¿Cómo le consta a usted que él estaba enterado?

— Cuando me preguntó si necesitaba apoyo.

Así respondió ayer Colindres a las preguntas de uno de los fiscales tras ser llamado al estrado como el primero de los testigos en el caso. La FGR ha dicho que la introducción de celulares y otros ilícitos a los penales durante la tregua, permitió a las pandillas fortalecerse, obtener más control y hasta poder político.

Casi a la misma hora que Colindres declaraba en el juicio bajo un intenso calor, debido a la falla del aire acondicionado del Centro Integrado de Justicia Penal Isidro Menéndez, también el ministro de Defensa, David Munguía Payés, señalaba, desde otro lugar, a Funes como responsable del proceso.

“La tregua entre pandillas fue una política de Estado. Han involucrado en este caso a gente que no ha tenido nada que ver con las decisiones políticas de una política de Estado que se estaba desarrollando en esa época”, reiteró Munguía Payés, quien fungió como ministro de Justicia y Seguridad cuando se hizo pública la tregua en marzo de 2012.

Él también será testigo en el juicio y está estimado que declare el próximo viernes. “Yo no tengo argumentos. Voy a ver que me preguntan los fiscales. Voy como testigo de descargo, porque a mí me ha solicitado la defensa”, dijo el funcionario luego de participar en una comisión en la Asamblea Legislativa, donde agregó que a nivel individual “pudieron reñir en ilícitos o irregularidades. Particularmente siento que les están acumulando algunas cosas, irregularidades, que se han dado en los penales todo el tiempo”.

El segundo testigo en desfilar en la audiencia fue Francisco Salinas, quien fue director de la PNC durante la tregua. El militar también enfiló contra Funes : “El expresidente Funes tenía pleno conocimiento de la tregua porque era una política del Gobierno”. Y confirmó, ante pregunta de los defensores, que también sostuvo reuniones con el exmandatario en Casa Presidencial por el tema. Funes, en diferentes momentos, ha intentado desligarse de la tregua.

Más temprano, el obispo castrense admitió desde el estrado como testigo que durante sus visitas a los centros penitenciarios, primero al de máxima seguridad en Zacatecoluca y después al de Chalatenango, Ciudad Barrios, Quezaltepeque, La Esperanza (Mariona) y Cojutepeque, vio a pandilleros con teléfonos celulares. “Casi en todos los penales vi esos teléfonos, no en todos los internos ni de manera abierta”, dijo.

También aseguró que durante el inicio de la tregua supo de las peticiones que los cabecillas recluidos en el penal de máxima seguridad le hicieron a Mijango. Le pidieron traslado a cárceles con menos controles, facilidad para comunicarse con los pandilleros libres y visitas de familiares. El obispo dice que él no trasladó esas peticiones; pero intuyó que el exmediador Mijango se las hizo llegar a Munguía Payés.

Luego, los defensores le preguntaron a Colindres la razón por la que abandonó el proceso como mediador. “Me sentí solo y rechazado a todo nivel. A nivel general. El presidente Funes dijo que desconocía el proceso, también mis hermanos obispos, al no entender qué estaba pasado, no apoyaron nunca; y luego algunos medios se encargaron de magnificar los errores”, respondió el obispo. En la parte final de su testimonio, le dijo al juez que fue Munguía Payés quien lo invitó personalmente para integrarse al proceso de tregua. Esas reuniones, de acuerdo con Colindres, ocurrieron en el despacho del funcionario en diciembre de 2011. Tres meses antes de que las autoridades de Seguridad publicitaran como un logro; pero sin vincularse, el pacto entre pandillas rivales para dejar de matarse.

-¿La invitación que le hizo el ministro Munguía Payés fue verbal o escrita?, le preguntó el juez.

– Verbal, dijo Colindres.

– ¿Es normal esa forma de dar instrucciones?

-No, contestó el obispo, mientras se limpiaba el sudor del rostro.

Tras una hora, Colindres abandonó la sala y caminó hasta el estacionamiento del centro judicial, allí dijo que “como es algo privado, por respeto a los que participan no podría revelar nada”. El juicio continuará hoy.

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