EL SALVADOR: RELACIÓN POLÍTICA CON CHINA CREARÁ MAYOR INCERTIDUMBRE ECONÓMICA

Las especulaciones que se generan por la relación diplomática con la nación asiática haría peligrar la cooperación proveniente de EE.UU. e incluso el Tratado de Libre Comercio.

Por El Salvador

Ante las recientes relaciones diplomáticas que se han establecido entre El Salvador y China, el ex embajador de El Salvador en Estados Unidos, René León, mencionó que se debe hacer un análisis costo beneficio de esta situación, donde se analice el impacto que se pueda generar con las relaciones económicas y de cooperación que el país tiene con la nación del norte.

También enfatizó que no se debe ver como algo sin importancia el reciente llamado que la Casa Blanca hizo a sus embajadores en Panamá, República Dominicana y El Salvador, tres naciones que recientemente abrieron relaciones con China Popular.

La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, con meses de anticipación, había mencionado la preocupación de que en el Golfo de Fonseca se estableciera una base militar china.

“Cuando viene aquí la máxima representante diplomática de Estados Unidos y hace una aseveración de ese calibre y dice que Estados Unidos ve una amenaza a sus intereses nacionales, hay que tomar nota y tomarlo muy en cuenta”, señaló.

El exembajador aseguró que un diplomático de ese nivel jamás haría una aseveración de ese tipo sin una instrucción del Departamento de Estado y de la Casa Blanca, por lo cual debe evaluarse de una manera muy responsable el llamado que se ha hecho a los embajadores de la región.

El llamado a consulta podría ser el primer paso para una ruptura diplomática con un país, detalló León, quien observa un panorama bastante difícil para El Salvador.

Las relaciones del país con China deben verse desde una perspectiva más alta para evaluar que es lo que Estados Unidos está viendo en el tema de seguridad nacional.

Para el analista político, la sola llamada a consulta de la embajadora ya es una degradación de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y El Salvador.

Además, insinuó que era preocupante que se pueda suspender la ayuda que Estados Unidos brinda al país en materia de cooperación para programas de educación, empleo y desarrollo económico, entre otros a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) .

Por otro lado, dijo, habrá que evaluar la coyuntura electoral en la que entrará el país ya que el Gobierno actual tiene poco espacio para decidir, pero puede tomar medidas de manera rápida que afectan los intereses norteamericanos.

El Tratado de Libre Comercio podría estar en la mira

El exfuncionario sostuvo que al acercarse más a China, en desmedro de los intereses norteamericanos, podrían darse sanciones de manera gradual e incluso poner en peligro el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos (Cafta-DR, por sus siglas en inglés).

Según León, el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Centroamérica solo requeriría una carta del presidente de Estados Unidos para sacar a El Salvador del tratado, incluso, sin que la misiva pase por el congreso.

Para Rigoberto Monge, coordinador del Sector Productivo para negociaciones comerciales, las relaciones de El Salvador con China se deben tratar de manera que no generen incertidumbre entre los actores de la economía.

“Afectar el entorno y el clima de inversión, crea actitudes, especulaciones y expectativas que no ayudan para decisiones más razonables (en materia económica)”, según el también economista.

Apuntó que se debe evitar que la cooperación, y los instrumentos establecidos en las relaciones económicas y comerciales con Estados Unidos, no se vean alteradas por una situación de carácter política y diplomática.

Sin embargo, sobre el TLC con Estados Unidos sostiene que no ve que haya un riesgo inminente, ya que las revisiones que la administración Trump ha hecho a los tratados comerciales, por ejemplo en el TLC de Norteamérica, no han sido por temas políticos sino más bien por asuntos económicos.

Para el caso en las revisiones que se están realizando en este momento al acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos con Canadá y México (Nafta, por sus siglas en inglés), han dominado detalles como el déficit comercial y practicas anticompetitivas, entre otras.

Sobre el Cafta-DR, Monge enfatizó que al ser un tratado multilateral este no sería directamente afectado por un tema bilateral, como la relación entre Estados Unidos y El Salvador; por lo que sería más difícil que EE.UU. denuncie el Tratado.

“Espero que en El Salvador nunca sea visto como un castigo de algo porque sería negativo sobretodo para la industria textil y de la confección”, detalló Monge.

A la espera del nuevo Gobierno

Las decisiones de Estados Unidos en materia diplomática y de cooperación, de cara a las relaciones de El Salvador con China, dependerán de que el Gobierno que resulte electo el próximo año pueda dialogar con la nación del norte y le detalle las intenciones que tiene al establecer relaciones con el país asiático.

León considera que en este momento el sector privado debería preocuparse por lo que está pasando y visitar Estados Unidos para exponer su visión, y de ser posible negociar con ellos el TPS.

El economista Rigoberto Monge espera que las posibilidades de que el Salvador quede fuera del TLC con Estados Unidos sean solo especulaciones.

“(Estos) son aspectos importantes, impactantes, no se diga el tema de los miles de salvadoreños que viven en Estados Unidos; como el tema del Cafta-DR, esperaría que ese escenario de posibilidades pueda ser analizado y visto con seriedad por parte de las autoridades del país “, detalló.

En relación con la cooperación que la nación del norte brinda a El Salvador, como la Alianza por la Prosperidad que se ejecuta en el Triángulo Norte de Centroamérica, donde Estados Unidos es el principal cooperante y se ejecuta desde 2014, considera que hay aspectos a tomar en cuenta.

“El componente de (ayuda) Estados Unidos podría llegar a ser un riesgo bien importante, si no hay los suficientes entendimientos entre Estado Unidos y El Salvador”, detalló.

Esto significaría que en la región, EE.UU. ya no darían los recursos para detener el flujo migratorio hacia Norteamérica y el narcotráfico, y para mejorar la seguridad ciudadana, lo que terminará por afectar a los tres países centroamericanos en general y a la misma nación del norte. “Hay muchos objetivos que tienen que ver con la seguridad de los Estados Unidos”, detalló el economista.

Al mismo tiempo hizo un llamado para que el gobierno salvadoreño no se complique en el momento que la economía del país necesita un mayor clima de confianza, tomando en cuenta que Estados Unidos es el principal socio comercial y cooperante. “Hay suficientes razones para animar a analizar con mayor objetividad y más cuidado las relaciones del Gobierno con Estados Unidos”, concluyó Monge.

Recopilado de la Revista Summa el 19 de septiembre de 2018

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